Neurobiología de la memoria

MEMORIA

Dr. Jorge González Hernández

El dr. Wilder Penfield (1891-1976), neurocirujano norteamericano, fundó el Instituto Neurológico de Montreal. Contribuyó notablemente al desarrollo de la cirugía de la epilepsia y al mapeo funcional de la corteza cerebral humana mediante la electroestimulación intraoperatoria. Su colaboradora, la psicóloga Brenda Milner, realizó importantes avances en el conocimiento de las estructuras relacionadas con los distintos tipos de memoria, estudiando al paciente H. M. Este era un joven de 27 años, con una epilepsia refractaria, de foco en ambos lóbulos temporales. Fue sometido a extirpación temporal medial bilateral en 1953, con buenos resultados. Sus crisis disminuyeron notablemente y su CI incluso aumentó respecto a la evaluación preoperatoria. Sin embargo HM perdió la capacidad de almacenar información conciente por más de algunos segundos. Sólo podía aprender destrezas por repetición, aunque no se acordara de haberlo hecho. También podía recordar los eventos ocurridos previo a la intervención. Los estudios de la doctora Milner permitieron comprender que el aprendizaje conciente (explícito) se relaciona a diferentes estructuras que el automático (implícito) y que lo mismo sucede con las memorias de corto y largo plazo.

INTRODUCCION

        Se define memoria como la capacidad de almacenar y utilizar información previa.

Muchas funciones cognitivas son, en algún aspecto, un tipo de memoria ya que requieren de un aprendizaje y luego utilización del material (Ej. lenguaje, praxia, gnosia).

 El aprendizaje permite generar conductas más adaptativas que las mediadas sólo por mecanismos estructurales heredados, como los reflejos o instintos.

        Seres vivos muy elementales como bacterias y protozoos tienen sólo respuestas de tipo estructurales, es decir, no tienen capacidad de aprendizaje, y su adaptación al medio depende exclusivamente de las mutaciones génicas y selección natural.

        En un nivel más complejo (Ej. insectos, mamíferos) aparece la capacidad de aprender, es decir, de almacenar y utilizar en una memoria individual las experiencias vividas. Este aprendizaje es inconciente y automático. Por ejemplo, un perro ve a un hombre que se agacha, toma una piedra y se la arroja; luego, cada vez que vea a un hombre agacharse saldrá corriendo. A esto le llamamos “Aprendizaje Implícito”. Suponemos que tras ese acto no hay una reflexión, sólo es un automatismo aprendido.

        Posteriormente, en un nivel más complejo (Ej. primates y especialmente el hombre) surge un nuevo tipo de aprendizaje que se agrega a los anteriores. Este, mediado por la conciencia, permite hacer un análisis más exacto y contextual de la información y por lo tanto generar conductas aún más adaptativas. Es el Aprendizaje Explícito o Declarativo o Conciente.

        En el ser humano estos diferentes tipos de aprendizaje ocurren en forma paralela, de modo que puede aprender información para ser utilizada como actos o destrezas automáticas (memoria implícita) y también puede evocar verbalmente el momento o la forma en que estos actos se ejecutan o fueron aprendidos (memoria explícita). Dado que el procesamiento y almacenamiento de esta información se relaciona a estructuras cerebrales diferentes, en caso de lesiones específicas puede afectarse sólo un tipo de aprendizaje, quedando los otros indemnes.

MEMORIA IMPLICITA

        Se ha descrito diferentes modalidades de memoria implícita que se enumeran a continuación:

a)CONDICIONAMIENTO CLASICO

Corresponde a tipos básicos de aprendizaje como el Reflejo de Parpadeo, en que luego de un ruído, se sopla el ojo del sujeto, lo cual provoca el parpadeo. Luego de repetidos ensayos, bastará sólo el ruído para que ocurra el parpadeo. Este tipo de respuesta se integra a nivel del tronco cerebral.

b)RESPUESTA EMOCIONAL BASICA

    Las diferentes emociones implican cambios autonómicos también diferentes.

        La más estudiada es la respuesta emocional al miedo.

        Cuando somos sometidos a una noxa, por ejemplo un pinchazo, nuestro cuerpo reacciona con una respuesta autonómica y conductual, a la que llamamos emoción. Esta respuesta es innata y se integra a nivel del hipotálamo. Sin embargo, la información contextual en que ocurrió el daño, es analizada y aprendida por la amígdala. La amígdala puede posteriormente reconocer estímulos sensoriales que, aunque no son en sí dañinos, podrían implicar la ocurrencia próxima de un daño. De esta forma la respuesta emocional se adelanta al daño.

        El que la amígdala reconozca un estímulo como potencialmente dañino depende de procesos de aprendizaje que funcionan desde muy temprano en la vida, incluso antes que esté maduro el sistema de memoria conciente. Es por esto que podemos reaccionar con miedo ante estímulos aprendidos en la infancia, aunque no recordemos estas primeras vivencias.

        La función de este circuito emocional básico, será preparar al organismo para una reacción como huida, lucha, etc.

        Este sistema puede ponerse en marcha incluso antes que la información sensorial llegue a la corteza cerebral y se haga conciente. ¿Cuántas veces nos ha sucedido que nos asustamos por un abrigo colgado, que nuestro cerebro interpreta inicialmente como un sujeto extraño, y luego al concienciar la imagen vemos que es algo inofensivo?

        Muchos trastornos psiquiátricos de tipo ansioso como el obsesivo compulsivo o el estrés postraumático podrían relacionarse a una disfunción de estas estructuras.

c)APRENDIZAJE PROCEDURAL

Se refiere a la capacidad de desarrollar destrezas y luego ejecutarlas. En clínica se evalúa como el aprendizaje de destrezas motoras o de otro tipo, luego de repetir varias veces la acción (ej. lectura en espejo).

Las estructuras relacionadas con el aprendizaje de destrezas motoras son los ganglios de la base y el cerebelo. Las cortezas premotoras participan en la ejecución de destrezas previamente aprendidas (praxia).

d)PRIMING

Se refiere a la huella que dejan en nuestra mente las percepciones previas y que, aunque no las recordemos concientemente, pueden influir en nuestra conducta. Por ejemplo, se le pide a un paciente amnésico que recuerde la palabra gato; luego de unos minutos se le pregunta por la palabra en cuestión y no la recuerda; entonces se le pide que diga el primer animal que le venga a la mente y dice “gato”.

Este tipo de aprendizaje implícito se ha relacionado a las cortezas asociativas parietotemporooccipitales.

MEMORIA EXPLICITA O DECLARATIVA 

        Corresponde al tipo de memoria que se expresa  concientemente.

        Un requisito necesario para el “almacenaje” de la memoria explícita es la concienciación y procesamiento inmediato del material (por repetición o asociación). Este período breve de tiempo, en que el foco conciencial es capaz de retener la información, es lo que llamamos “memoria inmediata o de corto plazo”. Las regiones cerebrales involucradas en esta etapa son las cortezas polimodales prefrontales y parieto-témporo-occipitales. Su alteración habitualmente se relaciona a trastornos atencionales. La falla en la memoria de corto plazo no se considera un síndrome amnésico.

        La información puede “almacenarse” como “Memoria Episódica” (autobiográfica) o “Semántica” (de hechos).

Para la evocación de la memoria episódica se requiere ubicar mentalmente la información en el contexto espacio temporal en que ocurrió el aprendizaje. Por ejemplo, si se les pregunta por lo leído hace 15 minutos, es un tipo de memoria episódica. Para este tipo de aprendizaje son imprescindibles las estructuras cerebrales incluidas en el Circuito de Papez (tálamo, cuerpos mamilares, fornix, hipocampo, giro parahipocampal, cíngulo y tálamo). Pacientes con daño en alguna de estas estructuras pierden la capacidad de almacenar almacenar información como memoria episódica, quedando su vida suspendida en el momento de la lesión. Las lesiones izquierdas tienden a afectar más el aprendizaje verbal y las derechas el visual. Los trastornos más severos del aprendizaje se ven en lesiones bilaterales.

        Otra forma de aprendizaje es como conceptos o hechos (ej. ¿qué es una casa?). A este tipo de conocimiento le llamamos Memoria Semántica (de significados). En la memoria semántica están involucradas regiones corticales asociativas, especialmente temporales.

        El trastorno específico de la memoria de largo término se denomina “amnesia”. La Amnesia Anterógrada es la incapacidad de adquirir nueva información. La Amnesia Retrógrada es la falta de memoria para los hechos ocurridos previamente a un daño cerebral. 

NEUROPATOLOGIA

        1) MEMORIA DE CORTO TERMINO 

                La causa más frecuente de su alteración es el Síndrome Confusional Agudo (Ej. Encefalopatía Metabólica).

                También puede alterarse por lesiones focales en las cortezas de asociación o en el Giro Supramarginal izquierdo (Afasia de Conducción, con alteración severa de la repetición).

        2) MEMORIA EPISODICA 

                Es la primera función que se altera en la Demencia de Alzheimer, por el compromiso precoz de las estructuras hipocampales.  En etapas más avanzadas también se alterará  la memoria inmediata y semántica.

                También se afecta la memoria episódica por: procesos infecciosos (Ej. encefalitis), déficit de tiamina (Ej. Demencia de Korsakoff), infartos cerebrales (Ej. ramas temporales de la arteria cerebral posterior), traumatismos, cirugía, hipoxia, etc., que comprometan alguna de las estructuras del Circuito de Papez.

        La demencia de Korsakoff se produce por una ingesta insuficiente de vitamina B1 (tiamina), presente en la levadura de cerveza, granos integrales, nueces, legumbres y carnes. El consumo excesivo de azúcares, granos refinados o alcohol, puede gatillar la enfermedad por aumento dela utilización de tiamina.

        Un cuadro peculiar y relativamente frecuente es la Amnesia Global Transitoria, en que hay una amnesia principalmente anterógrada, de varias horas de duración. La mayoría de las veces no se encuentra una causa, aunque puede asociarse a migraña o consumo de benzodiazepinas. Se relaciona a una disfunción reversible de los lóbulos temporales. 

        3) MEMORIA SEMANTICA 

        El deterioro severo de la memoria semántica es propio de cuadros que afectan en forma difusa la corteza cerebral (Ej. Enfermedad de Alzheimer avanzada, asfixia severa, etc.). Ocasionalmente una enfermedad degenerativa del cerebro puede comenzar como una amnesia semántica.

Lectura recomendada: “El Cerebro Emocional”. Joseph LeDoux. Grupo Editorial Planeta 1999.